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Un calzado adecuado es la mejor prevención para el pie diabético

La principal causa de lesión en el pie diabético es la utilización de un calzado inadecuado, que se sitúa como causa desencadenante en aproximadamente el 40% de los casos. Otras causas menos frecuentes son la realización de una pedicura incorrecta, las lesiones térmicas y los traumatismos punzantes producidos por un cuerpo extraño.

Cerca de la mitad de los enfermos diabéticos con úlceras en los pies presentan deformaciones en los mismos, y en el 12% de ellos, la deformidad es la causa directa de la lesión.

Es fundamental que cada paciente identifique y conozca las características de su pie, de su marcha y de los complementos que acompañan al pie.

Saber escoger el calzado es muy importante, el calzado para pie diabético debe ser cómodo y confortable, debe reducir el impacto en la base del pie, además de evitar las peligrosas y molestas rozaduras.

El calzado para pacientes diabéticos debe cumplir las siguientes recomendaciones:

  • Tener suficiente amplitud y volumen para que la zona de los dedos no esté comprimida, ya que cualquier pequeño traumatismo en la extremidad de los dedos o de las uñas ocasionará un derrame, que puede llegar a desencadenar un pequeño absceso e infección. No se aconseja usar tacones altos o zapatos con punta, ni calzado incómodo o ajustado que roce o lesione los pies, debe ser un calzado de ancho adecuado para evitar roces y presiones innecesarias en cualquier zona del pie, pero tampoco debe ser demasiado ancho porque entonces no sujetará y la holgura provocará
  • Ser un modelo cerrado, para cubrir los dedos y los talones que son las partes más sensibles en casos de diabetes y evitar que entre suciedad u objetos que provoquen heridas o cortes.
  • En la fabricación, es importante utilizar piel o materiales de calidad que sean flexibles y transpirables para evitar la sudoración del pie. Debe diseñarse de forma que absorba y facilite la evaporación de agua, para mantener el pie lo más seco posible.
  • Es conveniente cambiar cada día de calzado, de esta forma, los zapatos terminan de secarse antes de volver a usarlos y además permite alternar los puntos de apoyo y de fricción de los pies
  • La altura del tacón debe tener 2 cm en el caso de los hombres y 4-5 cm como máximo en el caso de las mujeres.
  • Debe ser lo suficientemente profundo por si fuera necesario colocar una plantilla ortopédica o por si existe alguna deformidad en el pie.
  • No debe resbalar, y debe tener contacto total o semitotal para dar más estabilidad al andar, además la suela debe ser dura, gruesa y de goma de alta densidad. Los contrafuertes deben ser consistentes y acolchados, y deben estar adecuados al pie de la persona que lo vaya a utilizar, dejando libres los maléolos o zona del tobillo para evitar rozaduras a nivel del tendón de Aquiles, pues es una zona donde las heridas o lesiones tienen más dificultad de curación.
  • Es importante que el calzado no tenga costuras prominentes por dentro para evitar lesiones por fricción.

Fuente: Calzamedi

Hoy en día, lo más importante para poder estar seguros de que un calzado para diabéticos reúne dichas exigencias, es informarse de si su proveedor o proveedores habituales, disponen de “Licencia Sanitaria para Productos en Serie Clase I”.

El marcado “CE SANITARIO” es la única garantía para el  paciente de que el producto cumple con el Reglamento 2017/745 que regula los productos sanitarios.

Cuando entregamos un calzado ortopédico sin este requisito, para atender una receta, corremos el riesgo de aplicar como producto sanitario un calzado que no lo es.

En el caso de suceder alguna incidencia grave que ponga en riesgo la vida del paciente, Sanidad solicitaría la trazabilidad completa del prodcuto y esta trazabilidad sólo es posible de obtener cuando el calzado es producto sanitario y lleva “CE SANITARIO”.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

  • Orthoinfo from the American Academy of Orthopaedic surgeons
  • Footcare MD (American orthopaedic foot & ancle society (aofas.org)
  • Pie-diabético.net
  • Management of type 2 diabetes. New Zealand Guidelines Group; 2003.
  • Clinical Guideline. Management of type 2 diabetes: Prevention and management of foot problems. London: National Institute for Clinical Excellence; 2003.
  • Singh N, Armstrong DG, Lipsky BA. Preventing foot ulcers in patients with diabetes. JAMA. 2005;293(2):217-28.
  • Mayfield JAM, Sugarman JRM. The Use of the Semmes-Weinstein Monofilament and Other Threshold Tests for Preventing Foot Ulceration and Amputation in Persons with Diabetes. Journal of Family Practice. 2000;49(11):S17-S29
  • Reiber GE, Smith DG, Wallace C, Sullivan K, Hayes S, Vath C, et al. Effect of therapeutic footwear on foot reulceration in patients with diabetes: a randomized controlled trial. JAMA. 2002;287(19):2552-8.
  • NIH: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases: “La diabetes y los problemas d elos pies”.
  • Busch K, Chantelau E. Effectiveness of a new brand of stock ‘diabetic’ shoes to protect against diabetic foot ulcer relapse. A prospective cohort study. Diabet Med. 2003;20(8):665-9.
  • Clínica Universidad de Navarra.
  • Cuidados del Pie Diabético – Grupo Quirónsalud.

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